Lecturas diarias: 575z6f
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Primera Lectura
Romanos 8:1-11 3l6g4t
1Así pues, no hay ya ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús.2Porque la ley del Espíritu de la vida que está en Cristo Jesús te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.3Pues lo que era imposible para la Ley, al estar debilitada a causa de la carne, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en una carne semejante a la carne pecadora; y por causa del pecado, condenó al pecado en la carne,4para que la justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, que no caminamos según la carne sino según el Espíritu.5Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne, en cambio los que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu.6Porque la tendencia de la carne es la muerte; mientras que la tendencia del Espíritu, la vida y la paz.7Puesto que la tendencia de la carne es enemiga de Dios, ya que no se somete —y ni siquiera puede— a la Ley de Dios.8Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.9Ahora bien, vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, ése no es de él.10Pero si Cristo está en vosotros, ciertamente el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu tiene vida a causa de la justicia.11Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo de entre los muertos dará vida también a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita en vosotros. -
Salmo Responsorial
Salmo 24:1-6
1De David. Salmo.
Del Señor es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que lo habitan.2Él la cimentó sobre los mares
y la asentó sobre los ríos.3¿Quién podrá subir al monte del Señor?
¿Quién podrá estar en su lugar santo?4El de manos inocentes
y de corazón puro, el que no dirige su alma a la vanidad, ni jura en falso.5Él recibirá la bendición del Señor,
y la justificación de Dios, su Salvador.6Tal es la estirpe de quienes le buscan,
de los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. -
Evangelio
Lucas 13:1-9
1Estaban presentes en aquel momento unos que le contaban lo de los galileos, cuya sangre mezcló Pilato con la de sus sacrificios.2Y en respuesta les dijo:
—¿Pensáis que estos galileos eran más pecadores que todos los galileos, porque padecieron tales cosas?3No, os lo aseguro; pero si no os convertís, todos pereceréis igualmente.4O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que vivían en Jerusalén?5No, os lo aseguro; pero si no os convertís, todos pereceréis igualmente.6Les decía esta parábola:
—Un hombre tenía una higuera plantada en su viña y fue a buscar en ella fruto y no lo encontró.7Entonces le dijo al viñador: «Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera sin encontrarlo; córtala, ¿para qué va a ocupar terreno en balde?»8Pero él le respondió: «Señor, déjala también este año hasta que cave a su alrededor y eche estiércol,9por si produce fruto; si no, ya la cortarás».