Lecturas diarias: 575z6f
-
Primera Lectura
1 Tesalonicenses 3:7-13 3i4z39
7Por eso hemos recibido de vuestra parte, hermanos, gracias a vuestra fe, un gran consuelo en medio de todas nuestras adversidades y tribulaciones:8ahora sí vivimos, ya que permanecéis firmes en el Señor.9¿Y cómo podremos dar gracias suficientes a Dios por toda la alegría que nos proporcionáis y con la que nos gozamos por vosotros ante nuestro Dios?10Le rogamos noche y día, sin cesar, que podamos veros y completar lo que falta a vuestra fe.11Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús, dirija nuestro camino para poder veros;12y que el Señor os colme y os haga rebosar en la caridad de unos con otros y en la caridad hacia todos, como es la nuestra hacia vosotros,13para que se confirmen vuestros corazones en una santidad sin tacha ante Dios, nuestro Padre, el día de la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos. Amén. -
Salmo Responsorial
Salmo 90:3-5, 12-14, 17
3Al polvo haces volver al hombre,
diciendo: «Volved, hijos de Adán».4Pues mil años a tus ojos
son como un día de ayer, que pasó, como una vigilia de la noche.5Tú los arrastras, son un sueño al amanecer,
como hierba que brota:12Enséñanos a llevar buena cuenta de nuestros días,
para que logremos un corazón sabio.13¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
Ten piedad con tus siervos.14Sácianos de mañana con tu misericordia,
exultaremos y nos alegraremos todos nuestros días.17El esplendor del Señor, nuestro Dios, esté con nosotros.
Haz prósperas las obras de nuestras manos, las obras de nuestras manos hazlas prósperas. -
Evangelio
Mateo 24:42-51
42»Por eso: velad, porque no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor.43Sabed esto: si el dueño de la casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, estaría ciertamente velando y no dejaría que se horadase su casa.44Por tanto, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre.45»¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el amo puso al frente de la servidumbre, para darles el alimento a la hora debida?46Dichoso aquel siervo a quien su amo cuando vuelva encuentre obrando así.47En verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.48Pero si ese siervo fuese malo y dijera en sus adentros: «Mi amo tarda»,49y comenzase a golpear a sus compañeros y a comer y beber con los borrachos,50llegará el amo de aquel siervo el día menos pensado, a una hora imprevista,51lo castigará duramente y le dará el pago de los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
-
Primera Lectura
1 Juan 4:7-16
7Queridísimos: amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios, y conoce a Dios.8El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.9En esto se manifestó entre nosotros el amor de Dios: en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo para que recibiéramos por él la vida.10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.11Queridísimos: si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros.12A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor alcanza en nosotros su perfección.13En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros: en que nos ha hecho participar de su Espíritu.14Nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo.15Si alguien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.16Y nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. -
Salmo Responsorial
Salmo 119:9-14
9(Bet) ¿Cómo podrá un joven mantener limpio su sendero?
Guardando tus palabras.10Con todo el corazón te busco;
no permitas que me desvíe de tus mandamientos.11En mi corazón he guardado tus palabras
para no pecar contra ti.12Bendito eres, Señor,
enséñame tus preceptos.13Con mis labios proclamo
todas las normas de tu boca.14En el camino de tus preceptos me deleito
más que en todas las riquezas. -
Evangelio
Mateo 23:8-12
8Vosotros, al contrario, no os hagáis llamar rabbí, porque sólo uno es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.9No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque sólo uno es vuestro Padre, el celestial.10Tampoco os dejéis llamar doctores, porque vuestro doctor es uno sólo: Cristo.11Que el mayor entre vosotros sea vuestro servidor.12El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.