Lecturas diarias: 575z6f
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Primera Lectura
Deuteronomio 30:10-14 u41d
10si escuchas la voz del Señor, tu Dios, guardando sus mandamientos y sus leyes, escritos en el libro de esta ley, y te conviertes al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.11»Por lo demás, el presente mandamiento que hoy te ordeno no es imposible para ti, ni inalcanzable.12No está en los cielos para decir: «¿Quién podrá ascender por nosotros a los cielos a traerlo y hacérnoslo oír, para que lo pongamos por obra?».13Tampoco está allende los mares para decir: «¿Quién podrá cruzar por nosotros el mar a traerlo y hacérnoslo oír, para que lo pongamos por obra?».14No. El mandamiento está muy cerca de ti: está en tu boca y en tu corazón, para que lo pongas por obra. -
Salmo Responsorial
Salmo 69:14, 17, 30-31, 33-34, 36-37
14Pero yo te dirijo mi plegaria,
Señor, en el tiempo de gracia. Oh Dios, por tu gran misericordia, escúchame, por tu fidelidad que salva.17Escúchame, Señor, que tu misericordia es benigna,
vuélvete hacia mí con tu inmensa compasión.30Yo soy un pobre y afligido,
que tu salvación, Dios mío, me proteja.31Ensalzaré el Nombre de Dios con un cántico,
y proclamaré su grandeza con la acción de gracias,33Que lo vean los pobres y se alegren.
Los que buscáis a Dios, reanimad vuestro corazón.34Porque el Señor escucha a los necesitados,
no desdeña a sus cautivos.36Porque Dios salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá, y habitarán en ella y la poseerán.37La descendencia de sus siervos la heredará,
y los que aman su Nombre morarán en ella.OR
Salmo 19:8-11
8La Ley del Señor es perfecta; reconforta el alma.
El mandato del Señor es firme, instruye al sencillo.9Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón. Los mandamientos del Señor son puros, dan luz a los ojos.10El temor del Señor es limpio,
dura por siempre. Los juicios del Señor son veraces, son enteramente justos,11más preciosos que el oro, que el oro más fino,
más dulces que la miel que destila el panal. -
Segunda Lectura
Colosenses 1:15-20
15El cual es la imagen del Dios invisible,
primogénito de toda creación,16porque en él fueron creadas todas las cosas
en los cielos y sobre la tierra, las visibles y las invisibles, sean los tronos o las dominaciones, los principados o las potestades. Todo ha sido creado por él y para él.17Él es antes que todas las cosas
y todas subsisten en él.18Él es también la cabeza del cuerpo,
que es la Iglesia; él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que él sea el primero en todo,19pues Dios tuvo a bien que en él habitase
toda la plenitud,20y por él reconciliar todos los seres consigo,
restableciendo la paz, por medio de su sangre derramada en la cruz, tanto en las criaturas de la tierra como en las celestiales. -
Evangelio
Lucas 10:25-37
25Entonces un doctor de la Ley se levantó y dijo para tentarle:
—Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?26Él le contestó:
—¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees tú?27Y éste le respondió:
—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo.28Y le dijo:
—Has respondido bien: haz esto y vivirás.29Pero él, queriendo justificarse, le dijo a Jesús:
—¿Y quién es mi prójimo?30Entonces Jesús, tomando la palabra, dijo:
—Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos salteadores que, después de haberle despojado, le cubrieron de heridas y se marcharon, dejándolo medio muerto.31Bajaba casualmente por el mismo camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo.32Igualmente, un levita llegó cerca de aquel lugar y, al verlo, también pasó de largo.33Pero un samaritano que iba de viaje se llegó hasta él y, al verlo, se llenó de compasión.34Se acercó y le vendó las heridas echando en ellas aceite y vino. Lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a la posada y él mismo lo cuidó.35Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: «Cuida de él, y lo que gastes de más te lo daré a mi vuelta».36¿Cuál de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los salteadores?37Él le dijo:
—El que tuvo misericordia con él. —Pues anda —le dijo Jesús—, y haz tú lo mismo.