San Antonio de Padua, cuya fiesta se celebra el 13 de junio, es uno de los santos más queridos por los católicos en el mundo y es reconocido por los milagros que muchos han obtenido gracias a su intercesión.
Al hablar de San Antonio, muchos suelen enfocarse en los dones que recibió del Señor, como el de profecía o el de hacer milagros, o suelen llamarlo el "santo casamentero" y solo acuden a su intercesión cuando están en búsqueda del futuro cónyuge; no obstante, su ejemplo de vida va mucho más allá y es una gran fuente de riqueza para los católicos de nuestro tiempo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram 6q2l
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En un artículo compartido con ACI Prensa, Wellington de Almeida Alkmin, miembro de la red social de oración Hozana, dijo que si bien es verdad que San Antonio de Padua "ayudó a unas muchachas humildes a obtener una dote y el ajuar de su boda", su espíritu misionero "va mucho más allá de este atributo, ya que su vida es un testimonio latente del discipulado de Cristo a través de la predicación".
El santo inició su servicio desde lo más sencillo: fue un trabajador de la cocina encargado de dar pan a los pobres. Según recordó Wellington, una vez San Antonio "puso a los frailes en aprietos luego de repartir todo el pan que les quedaba para comer". Si bien el fraile panadero observó su accionar, de forma milagrosa, las cestas volvieron a estar llenas de pan otra vez.
Hoy San Antonio es Doctor de la Iglesia Católica y "uno de los santos más venerados en todo el mundo junto con San José", destacó.