La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), llamó a las autoridades enfrentar el crimen organizado que afecta al estado de Michoacán, específicamente el Valle de Apatzingán, cuyo obispo denunció en días pasados que la "ausencia de la ley y la justicia" está provocando "inseguridad, rivalidades, indiferencia, muerte y opresión".
En su comunicado, la CEM expresó su solidaridad al Obispo de Apatzingán, Mons. Miguel Patiño, quien denunció que grupos criminales como La Familia Michoacana, Los Zetas, Nueva Generación y Los Caballeros Templarios, principalmente, se disputan el estado por el control de la droga.
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"Nos duele el drama por el que están pasando muchas hermanas y muchos hermanos mexicanos. Nos aflige el hecho de que incluso la atención pastoral a los fieles se esté viendo afectada por las amenazas del crimen organizado, como también lo ha denunciado pública y valientemente Monseñor Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora", indicaron los obispos mexicanos.
Por ello, "solicitamos a las autoridades federales, estatales y municipales una acción pronta y eficaz ante la injusticia de los levantones, secuestros, asesinatos y cobro de cuotas que afectan al bien y la prosperidad de tantas personas y comunidades, y les pedimos estrategias para favorecer la calidad de vida de los ciudadanos y su desarrollo integral".
La CEM también invitó a los mexicanos a "sumar esfuerzos para enfrentar positiva, creativa y solidariamente toda forma de violencia, a fin de edificar una sociedad justa, pacífica y próspera".
Por su parte, los obispos se comprometieron "a seguir colaborando en la atención pastoral de las víctimas de la violencia y en la reconstrucción del tejido social, favoreciendo una cultura del respeto al estado de derecho y de la paz".