Lecturas diarias: 575z6f
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Primera Lectura
Eclesiástico 1:1-10 4z6d3i
1Toda sabiduría procede del Señor
y está eternamente con Él.2Las arenas del mar, las gotas de lluvia
y los días del mundo ¿quién podrá contarlos?3La altura del cielo, la anchura de la tierra,
el abismo y la sabiduría ¿quién podrá explorarlos?4La sabiduría fue creada antes que todas las cosas
y el entendimiento prudente existe desde siempre.5La fuente de la sabiduría es la palabra de Dios en las alturas,
y sus canales, los mandamientos eternos.6La raíz de la sabiduría ¿a quién ha sido revelada?,
y sus designios secretos ¿quién los conoce?7La ciencia de la sabiduría ¿a quién ha sido manifestada?,
y la gran variedad de su arte ¿quién la ha comprendido?8Uno sólo es sabio, muy temible,
el que está sentado en su trono.9El Señor mismo creó la sabiduría,
la contempló, la midió10y la ha infundido en todas sus obras,
en todo viviente, conforme a su generosidad, y la ha comunicado a los que le aman. -
Salmo Responsorial
Salmo 93:1-2, 5
1El Señor reina. Vestido está de majestad.
El Señor está vestido, ceñido de poder. Por eso el orbe se mantiene firme; no vacilará.2Tu trono está firme desde antiguo.
Tú eres desde siempre.5Tus preceptos son firmes.
Tu Casa, Señor, exige la santidad, por días sin término. -
Evangelio
Marcos 9:14-29
14Al llegar junto a los discípulos vieron una gran muchedumbre que les rodeaba, y unos escribas que discutían con ellos.15Nada más verle, todo el pueblo se quedó sorprendido, y acudían corriendo a saludarle.16Y él les preguntó:
—¿Qué estabais discutiendo entre vosotros?17A lo que respondió uno de la muchedumbre:
—Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu mudo;18y en cualquier sitio que se apodera de él, lo tira al suelo, le hace echar espumarajos y rechinar los dientes y lo deja rígido. Pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.19Él les contestó:
—¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar entre vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo.20Y se lo trajeron. En cuanto el espíritu vio a Jesús, hizo retorcerse al niño, que cayendo a tierra se revolcaba echando espumarajos.21Entonces preguntó al padre:
—¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Le contestó: —Desde muy pequeño;22y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua, para acabar con él. Pero si algo puedes, compadécete de nosotros y ayúdanos.23Y Jesús le dijo:
—¡Si puedes…! ¡Todo es posible para el que cree!24Enseguida el padre del niño exclamó:
—¡Creo, Señor; ayuda mi incredulidad!25Al ver Jesús que aumentaba la muchedumbre, increpó al espíritu impuro diciéndole:
—¡Espíritu mudo y sordo: yo te lo mando, sal de él y ya no vuelvas a entrar en él!26Y gritando y agitándole violentamente salió. Y quedó como muerto, de manera que muchos decían:
—Ha muerto.27Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó y se mantuvo en pie.28Cuando entró en casa le preguntaron sus discípulos a solas:
—¿Por qué nosotros no hemos podido expulsarlo?29—Esta raza —les dijo— no puede ser expulsada por ningún medio, sino con la oración.